El curso de ajedrez se basa en tres principios básicos:
- inmersión de los niños en el juego: abandono de la didáctica. Inmediatamente, desde las primeras lecciones, sin preámbulos fastidiosos, los niños empiezan a jugar. La tarea del profesor en el aula (y de los padres en casa): mostrar el objetivo y la conclusión lógica del juego - poner mate. Desde las primeras lecciones, los niños se familiarizan con el tema "Matar al Rey con figuras pesadas";
- belleza y lógica: el desarrollo armonioso de las figuras en el debut, los entrenamientos "mate en 1 movimiento, en 2 movimientos", "ganar una figura" dan a los niños la oportunidad de sentir la belleza de este deporte intelectual y desarrollar la capacidad de contar opciones y tomar decisiones;
- educación antiestrés de niños y padres: participación en torneos. Esto es una parte integral de aprender a jugar al ajedrez. El ajedrez es un deporte; en las competiciones, los niños ponen en práctica sus conocimientos y aprenden a hacer frente a la emoción. Los concursos son un enorme y prácticamente insustituible incentivo para la autoeducación. La tarea del entrenador y de los padres es proporcionar la máxima ayuda y apoyo emocional, espiritual y psicológico.